Talonario de vales que valen planes

¡He vuelto! Ni me acuerdo de la última vez que escribí por aquí… Ya sabéis porque os lo he dicho unas cuántas veces en este tiempo. Me gustaría sacar tiempo para volver al blog y escribir más pero esto lleva muchísimo trabajo y no llego a todo. Eso sí, he conseguido estar más activa en IG y procuraré ir dejando por aquí algo de contenido cuando pueda :)

A mi me gusta celebrar todo lo susceptible de ser celebrado (que ya suficientes cosas feas hay en la vida como para no aprovechar y celebrar las buenas), así que con San Valentín no iba a ser menos. Pero también es cierto que es una fecha que me gusta celebrar de un modo especial, con algo original y que no necesariamente implique gastar dinero. Así que os dejo por aquí mi idea para este año por si os animáis y os apetece sumaros: un TALONARIO DE VALES QUE VALEN PLANES.

Se trata de un talonario en blanco en el que podáis poner los planes que os gustaría regalar y compartir con vuestra pareja. Solo hay que echarle un poquito de imaginación y mucho cariño. O si lo preferís, podéis regalarlo en blanco y que sea vuestra pareja quién escoja esos planes a disfrutar.

Os dejo un archivo PDF en el que poder descargar el talonario listo para imprimir, recortar y grapar. El talonario consta de: una portada y una contraportada (que yo imprimí en cartulina reciclada para darle más resistencia), una primera página en la que podáis explicar por qué regaláis ese vale, una última hoja en la que podéis escribir una dedicatoria mucho más personal, y 10 vales que valen planes. Podéis descargarlo aquí.

Yo aproveché que tenía papel continuo e imprimí en él los vales (así hacía coincidir la zona de recorte de los vales con la zona punteada del cambio de hoja). Os dejo también en el PDF una hoja de guía de recorte por si tenéis papel continuo y queréis usarlo (no tiene más misterio que recortar el papel continuo en tamaño A4 para poder meterlo en la impresora, haciendo coincidir la zona de recorte del vale con el pespunte de papel). No obstante, como siempre os digo, si tenéis cualquier duda, podéis escribirme.

El fondo que he utilizado, los diseños de las pajaritas y el sello son de Creative Mindly que siempre pone a nuestra disposición un montón de recursos para descargar y utilizar (¡gracias May!) y que ofrece también unos cursos de diseño geniales (palabrita de alumna).

Aprovecho para desearos con algo de antelación un Feliz San Valentín a todos. No me importa el origen ni el fin de esta festividad, me importa que es un día más para celebrar. Y a mi me gusta festejarlo con propuestas originales y prácticamente a coste cero como ésta, que espero que os guste ;)

La vida se vive despacito

La vida se vive despacito… y disfrutando. Disfrutando de cada segundo, de cada instante, de cada experiencia, de cada viaje, de cada encuentro y de cada momento. Lo he dicho otras veces, se trata de cerrar los ojos y sentir. Detenerse y pensar. Abrir los ojos y disfrutar de lo que nos rodea y quiénes nos rodean.

Pero la teoría es siempre más sencilla que la práctica. El día a día nos arrastra y a veces nos engulle. Querer llegar a todo y hacerlo además rápido y bien. Las prisas, el estrés, los nervios… A veces llegas por los pelos y derrapando. Otras veces ni siquiera es así. Y la desagradable sensación cuando no eres capaz de llegar, de dar más.

En un año y medio embarcada en esta aventura que es Parte de mi Norte no he faltado ni un solo día a la cita, salvo vacaciones. A veces creí que no sería capaz de llegar y me costó mucho esfuerzo y alguna hora de sueño no faltar a las dos citas semanales. Me prometí que cada martes y cada viernes publicaría una entrad, y lo cumplí rigurosamente costara lo que costase. Cualquier cosa antes que faltar a mi palabra conmigo misma.

Y entonces, cuando de repente recuerdo eso de pararse y sentir, de cerrar los ojos y disfrutar… me doy cuenta de que no tiene sentido. Esta aventura no tiene ningún sentido si no es para disfrutarla. Y sobre todo, yo no transmito lo mismo si no lo disfruto.

Me encanta escribir y me encanta escribir sobre las cosas que escribo. Disfruto muchísimo preparando cada entrada, recopilando información, aprendiendo de ella, buscando imágenes, editando fotos… Y no quiero dejar de disfrutarlo ni un segundo.

Este año está siendo un año de muchos cambios para mí. Cambios tan maravillosos como inesperados, lo que ha hecho que la organización de alguien tan cuadriculado como soy yo se tambalee y se desmorone. En los últimos meses he llegado a publicar como os decía, derrapando y por los pelos. Sin disfrutar. Solo porque sentía la obligación de hacerlo. Y esa no es mi esencia ni es la esencia de este blog. Si quiero que los que estáis al otro lado disfrutéis este pequeño rincón, la primera que debe hacerlo soy yo para poder transmitirlo. Predicar con el ejemplo.

Me cuesta mucho, muchísimo, dar este paso. No puedo evitar sentir que me fallo a mi misma o que me traiciono de algún modo. Pero darlo forma parte también de todos esos cambios tan maravillosos de los que os hablaba antes, algunos tangibles y otros no.

Ha llegado el momento de volver a disfrutar de Parte de mi Norte como lo hacía al principio, y para ello es necesario que no existan días fijos de publicación. Publicaré cuando tenga tiempo para preparar las entradas con el mimo y la dedicación que me gusta, y sin renunciar a nada para poder hacerlo. Quiero escribir cuando me apetezca de verdad y esté inspirada para hacerlo, y no porque tenga la obligación moral de no fallarme. Mis circunstancias han ido cambiando y el blog debe hacerlo con ellas.

Las ganas y la ilusión siguen intactas, como el primer día. Tengo muchas ideas para el blog y un montón de entradas esperando a encontrar el momento para escribirlas con todo el cariño y la dedicación que a mi me gusta. Y cuando pueda hacerlo de ese modo, lo haré y publicaré. Pero sin prisas ni agobios. Despacito.

Espero que tú, que estás leyendo esta reflexión tan personal, lo entiendas también. Además de la sensación de fallarse a uno mismo está la de defraudar a quiénes están al otro lado. Ojalá entiendas que esto va también de mantener la esencia del blog para precisamente no defraudarte. Y prometo que nos veremos pronto. :)

Y para quitarle un poquito de hierro al asunto, que me he puesto hoy demasiado profunda (será que es martes), no se me ocurre mejor manera que terminar el post con un vídeo que ha desatado la risa de medio mundo y que seguramente ya hayas visto.
Lo dicho… la vida se vive DESPACITO.

Nos vemos pronto, prometido.

¡Buen martes! ^_^

P.D.:

Los Erizos de Walter Bosse

Tenía muchas ganas de dedicarles la sección deco del blog a ellos, los Erizos de Walter Bosse, que llegaron a mi casa hace ya unos meses y que no me pueden gustar más. Hacía ya unos cuantos años que les seguía la pista en el Bazar Vintage & Chic, y sabía que tarde o temprano serían míos.

Se trata de unas piezas de latón que realizó el escultor austríaco Walter Bossé en la década de los años 50, quizá las más conocidas de figuras decorativas y con el paso del tiempo, las más cotizadas de todas.

Es una familia de erizos formada por 6 piezas de latón macizo concebida originalmente como ceniceros, que pesan en total unos 775 grs. y que podemos encontrar en distintos acabados. Yo conseguí justo la que más me gustaba de todas, con combinaciones de verde menta, dorado y negro.

Podemos colocarlos todos juntos apilados, dándole relieve al erizo grande, o por separado, para que cada una de las piezas luzca por sí misma. No me canso de mirarlos…

Si queréis ver más combinaciones o haceros con una de las piezas, os recomiendo que visitéis el Bazar Vintage & Chic y permanezcáis muy atentos, porque Leticia va incorporando nuevas piezas continuamente a su preciosa tienda.

¡Qué disfrutéis del finde! :)

Flechazos de mayo’17

Mientras vosotros leéis este post, yo estaré viajando de vuelta de mis vacaciones. Por delante me quedarán 940 kilómetros por carretera en los que intentaré concentrarme únicamente en todo lo que he disfrutado, todo lo que he desconectado y los sitios nuevos que he descubierto. Los viajes de regreso siempre están rodeados de esa nostalgia que los acompaña por los días pasados, y por el pesar que supone normalmente volver a la rutina. Así que lo mejor es quedarse con lo bueno y centrarse en ello.

Y mientras cruzo España al volante, os dejo mis favoritos del mes de mayo: ilustraciones, bolsos, cerámicas, mapas, guirnaldas y jabones. ¡Pasad que os cuento!

1. Las ilustraciones marinas de LORE OBREJEA. Te guste o no el mar, no podrás decir que estas ilustraciones no son una maravilla. Por su perfección, por sus formas, por su color… Si sigues su cuenta de instagram, además de poder ver todo su trabajo, tendrás la oportunidad de observarla dibujar en directo. Y si lo que quieres es hacerte con una de sus láminas, puedes hacerlo en su tienda en Etsy.

2. Los bolsos-clutch de LO EN LAS NUBES, especialmente el modelo «El amor en los tiempos del cólera» que es el que veis en la foto (aunque esté agotado). Me gustan los materiales, me gustan su tamaño y su forma, y me gusta que Lorena (como buena lectora que es) haya elegido para cada modelo el nombre de un libro. Son perfectos para cualquier ocasión, pero me gustan sobre todo para llevar los imprescindibles en verano. Si vamos a la playa, irán bien localizados dentro de la bolsa grande (cartera, llaves, móvil, cargador…). Si después surge algún plan, solo tenemos que sacarlo de la bolsa de playa y listas para un atardecer de terraza o merendero. ¿Os da tanta rabia como a mi tener que cargar con la bolsa de la playa si no hay necesidad? Si os pasáis por la web de Lorena veréis también unas tote bags y unos bolsos para niñas preciosos.

3. Las cerámicas de BARRUNTANDO son puro amor. Los cuencos lanares no puedes ser más bonitos, las figuras para bodas, los maceteros, los platos para anillos, los murciélagos, el camaleón… Podría seguir y nombraros cada uno de sus productos (podéis verlos todos en su tienda en Etsy), pero si hay uno que me haya robado el corazón esas son Croqueta y Empanadilla. ¡Cómo son Croqueta y Empanadilla! ♡

4. Los mandalas de EMMA CAREY son de otro planeta. Sus dibujos de animales hechos a partir de mandalas hipnotizan, e hipnotiza más aún observar su mapamundi. Os recomiendo que la veáis dibujarlo en éste vídeo porque es realmente alucinante. Emma es todo un ejemplo de superación ya que después de un desafortunado accidente practicando paracaidismo que le provocó una paraplejía, consiguió con mucho esfuerzo y mucha constancia volver a caminar tan solo un año después. Creo que toda esa fuerza y esa vitalidad se transmiten a través de sus dibujos y eso es muy especial.

5. Las guirnaldas de letras acolchadas de MiiiO. Almudena es una artista con la aguja y el dedal y en su página podéis encontrar un montón de productos bonitos: neceseres, chupeteros, bolsas, ranitas, llaveros… Pero sin duda mi favorito son las guirnaldas de letras acolchadas perfectas para colocar el nombre de los más peques (y no tan peques, ejem) en la pared del cuarto, en su cuna o en la puerta de la habitación. ¡Me encantan!

6. El kit para barba de JABONES ALONSO DE LA TORRE. Si tenéis un hombre con barba en vuestras vidas, este kit es un regalazo para hacerle. Compuesto por una pastilla de jabón, aceite especial y bálsamo, conseguirán la nutrición, el brillo y la hidratación que necesitan tanto el vello facial como la piel del rostro masculino. En la web podéis encontrar otros productos (os recomiendo probar sus jabones artesanos EVELIA con variedad para todo tipo de gustos y pieles). Y como además de un producto buenísimo, hay detrás una historia bonita, os hablaré mucho más largo y tendido en el blog de Nieves y su trabajo en una entrada que estoy preparando.

¿Os ha gustado la selección de mayo? Si esta recopilación os ayuda a encontrar eso que lleváis tiempo buscando, o ese regalo que no terminábais de decidir, os animo a que lo compartáis en los comentarios o en las redes.

¡Feliz semana! :)

La Vila Joiosa

Finalizamos la excursiones por el Mediterráneo por esta vez (no puedo prometer que no vuelva a la carga dentro de un tiempo) con una visita a Villajoyosa, otro de mis favoritos de la zona y que reconoceréis fácilmente por sus casas de colores.

Quizá las más llamativas sean las casas de colores del paseo de la playa, en primera línea, pero las encontraremos por todo el municipio y a mi me resultaron particularmente bonitas las que están al margen del río Amadoiro.

De nuevo calles estrechas y empedradas que suben desde el paseo de la playa hasta la zona más alta: tan bonita la zona de mar como el interior.

Había visto muchas fotos de zonas públicas decoradas con crochet, pero nunca me había encontrado con ninguna. ¡No me digáis que no es bonito!

Espero que este recorrido por algunos de mis lugares favoritos del Mediterráneo os haya gustado. Si descubro alguno más lo compartiré con vosotros y, por supuesto, si visitáis alguno de ellos y os gusta, ¡contadme!

¡Buen finde! ^_^

Polop de la Marina

Si el martes os llevaba de paseo hasta Guadalest, hoy quiero que me acompañéis hasta Polop de la Marina, un pueblo cercano muy bonito al que nos acercamos de la que volvíamos a casa. Calles estrechas y empedradas, casas bonitas y un atardecer precioso.

Dejamos el coche en el centro del pueblo, recorrimos las calles principales y después subimos hacia el Castillo de Polop, del que sólo quedan algunas ruinas.

La subida hacia el Castillo de Polop se hace por una rampa empedrada, dejando a un lado el antiguo cementerio, hasta llegar a la cima del cerro desde dónde tendremos unas vistas panorámicas muy bonitas de todo el municipio.

Y si hay una vista especial y bonita, esa es la del Campanario de la Iglesia de San Pedro iluminado al anochecer, con el monte Ponoig de fondo.

Al principio nos dio rabia que nos pillara el atardecer en plena visita, porque no se aprecia del mismo modo. Y después nos dimos cuenta de que había sido un auténtico regalo que el tiempo se nos echase encima.

¡Qué tengáis una buena semana! :D

El Castell de Guadalest

Guadalest es uno de los lugares a los que vuelvo una y otra vez. Declarado conjunto Histórico-Artístico y miembro de la asociación Los pueblos más bonitos de España, está dominado por los restos del Castillo de San José, conquistado a los musulmanes por Jaime I y fortificado durante el reinado de Pedro IV.

Entramos a Guadalest a través de un túnel excavado en la roca y el encargado de darnos la bienvenida es el campanario exento de la iglesia parroquial. Al lado, los restos de una antigua fortificación conocida como la Alcozaiba, construida por antiguos pobladores para defensa de la villa.

Subimos la escalinata que nos lleva hasta la calle principal para descubrir un pueblo precioso de casas blancas, en su mayoría de una sola planta. El barrio antiguo es eminentemente turístico, lleno de comercios y cafeterías. Una de las cosas que más me gustan son las tiendas de productos de la zona, en las que siempre compro mermelada de níspero y chocolate artesano.

Atravesando la plaza del Ayuntamiento por uno de sus laterales llegamos al mirador desde el que observar el Pantano de Guadalest, que impresiona por su paisaje y sobre todo, por su color. Os aseguro que en directo, el color es exactamente el que veis en las fotos.

Y no quiero dejar de enseñaros mi tienda favorita, Evana Decoración. La fachada llama la atención y su interior no tiene desperdicio. Siempre paso un buen rato curioseando entre sus espejos, sus cerámicas y sus cuadros, y si pudiera metería media tienda en la maleta.

Si tenéis oportunidad, no dejéis de visitar Guadalest porque merece mucho la pena. Estoy segura de que no os defraudará.

¡Que disfrutéis del fin de semana! :)

Cabo de Palos

Machichaco en Vizcaya, Ajo en Santander, Peñas en Asturias, Estaca de Bares, Ortegal y Finisterre en La Coruña, Trafalgar y Tarifa en Cádiz, Gata en Almería, Palos en Murcia, La Nao en Alicante y Creus en Gerona.

Así me aprendí yo los cabos gracias a la seño Remedios, de memoria y de carrerilla, cosas de la E.G.B. No me ha servido para mucho más que para ganar algún quesito en el Trivial, pero la verdad es que cada vez que visito alguno de ellos me hace una extraña ilusión (por suerte o por desgracia, los golfos, los afluentes, las cordilleras… que aprendí de la misma forma no permanecen de retahíla en mi memoria).

Durante las últimas vacaciones aprovechamos un día bastante nublado para acercarnos hasta el Cabo de Palos en Cartagena (Murcia). Si hace día de playa, lo aprovechamos. Pero si el tiempo no es bueno o no parece que vaya a aguantar mucho, solemos irnos a pasar el día a otra zona para ir conociendo lugares nuevos.

Si os gustan los faros, éste sin duda merece la pena. Es bonita la construcción, el enclave en el que se encuentra y las vistas que nos ofrece.

Para acceder al faro debemos subir la pequeña colina en la que se encuentra, por un camino lleno de flores, cactus y algún que otro amigo que siempre encuentro en el camino.

Y si miramos hacia la izquierda, podemos ver La Manga del Mar Menor. Ésta peculiar lengua de tierra urbanizada durante la segunda mitad del siglo XX es la causante de la formación del Mar Menor, una gran laguna de agua salada separada del Mar Mediterráneo por el cordón litoral. Se trata de la albufera española de mayor extensión y constituye un espacio protegido.

Es una zona de fuerte turismo estacional en los meses de verano así que cuando la visitamos nosotros en el mes de octubre estaba prácticamente vacía, ni gente por las calles ni coches en la carretera. De todos modos fue una experiencia muy curiosa al ir conduciendo por una carretera que lleva el mar a ambos lados.

Desde la playa podemos contemplar a lo lejos el Faro de Palos, al igual que desde el faro divisábamos perfectamente La Manga.

Y el Mar Menor, en perfecta calma y con dos orillas… Podrá gustar más o menos, pero es sin duda un paisaje peculiar y curioso (a mi al menos me lo resultó).

Y mientras vosotros recorríais La Manga a través de las fotos de este post, yo estaré por fin de vacaciones. ¡Oh yeah! En mi querido Mediterráneo, al sol y sin nada que hacer más que descansar, desconectar y disfrutar. Recorrer y descubrir. Y aunque no estaré de vuelta hasta junio, os dejo preparadas algunas entradas para que os vengáis de vacaciones también conmigo.

¡Feliz Semana! ^_^

Eurovision Song Contest 2017

El mundo se divide en dos: los que creen que Eurovisión es un certamen trasnochado que no ve nadie, y los que no se lo pierden por nada del mundo y estarían encantados de poder vivirlo en vivo y en directo al menos una vez en la vida.

Yo pertenezco al segundo grupo y por suerte mis amigos también, así que Eurovisión se convierte para nosotros en uno de los eventos del año en el que juntarnos, montar un buen sarao y divertirnos.

Nos juntamos todos en una casa, ambientamos el salón con banderitas y demás parafernalia, preparamos una buena cena y a disfrutar. Sin ir más lejos, el año pasado el certamen nos pilló a unos cuantos de viaje a Madrid, así que para allá que nos fuimos con el atrezzo en la maleta, y esa noche decoramos el apartamento Eric Vokël Atocha Suites, pedimos unas pizzas para cenar, y a disfrutar de la velada.

Y una de las cosas que más nos gusta hacer son quinielas para ver quién acierta más resultados. Una vez que hemos visto todas las actuaciones, anotamos el orden en el que creemos que quedará cada país y al final de la gana vemos quién tiene más aciertos.

Para simplificar la tarea he preparado un cuestionario, y si vosotros también queréis usarlo podéis descargarlo aquí.

Me gustaría enseñaros todo lo que preparamos para decorar (banderines, guirnaldas y mucho más que aún no puedo desvelar para no reventar la sorpresa) pero no sé si me dará tiempo a hacer fotos con buena luz. Así que si también sois Eurofans y queréis ver lo bien que lo pasamos, os recomiendo estar muy atentos a Instagram Stories. ;)

¡Feliz fin de semana!

P.D.: ¿Os he dicho que hoy me quedo de vacaciones? Tengo tantas ganas que aunque no viajaré hasta el martes ya tengo la maleta lista. ^_^

Fabes pintes con arroz

Me encantaría enseñaros muchas más recetas de las que publico, pero últimamente el tiempo no me da para más. Aún estoy en período de adaptación a la nueva casa y los nuevos horarios y ritmos de vida. Y aunque sé que es solo es cuestión de organización, me está resultando muy difícil encontrar tiempo libre para cocinar.

Mientras tanto y como quiero ir compartiendo con vosotros las recetas tradicionales que mi madre me ha enseñado a preparar, aprovecho cuándo ella las cocina para sacar algunas fotos y contaros como ella las prepara a su manera, con su toque. Cada maestrillo tiene su librillo y estoy segura de que aunque se trate de la misma elaboración, en cada casa se preparan los platos de manera diferente. Y hoy os traigo la receta de las fabes pintes con arroz, que odié durante mi adolescencia, dejé de comer durante años, y ahora me chiflan.

Vaya por delante que en casa se cocina normalmente todo estofado y con la mínima grasa posible, así que si estás buscando recetas ligeras para mantener los kilos a raya, ésta puede ser una de ellas. Y es perfecta también para unirnos a #losluneslechuga de Luciana (podéis leer más acerca de esta iniciativa en su blog).

Ingredientes (para 6 personas): medio kilo de fabes (habas) pintes, un puerro, un pimiento verde, una cebolla mediana, una hoja de laurel, tres zanahorias, unas ramas de perejil, 4 dientes de ajo, arroz, sal, aceite y pimentón.

Reservamos para el refrito media cebolla, dos dientes de ajo, un poco de perejil, el aceite y el pimentón (dulce y picante si os gusta, o sólo dulce).

Tenemos que acordarnos de poner las fabes a remojo el día anterior. Al día siguiente las ponemos en un colador grande, se lavan bien y se ponen en una olla exprés o una cacerola con el puerro, el pimiento verde cortado a la mitad, la media cebolla, la hoja de laurel, las zanahorias (enteras o cortadas en trozos), el perejil y dos dientes de ajo. Cubrimos bien con agua (tened en cuenta que ellas van a absorber parte) y lo ponemos a cocinar hasta que estén bien tiernas (si lo hacemos en olla exprés tardará unos 4 ó 5 minutos).

Cuando las fabes estén listas tenemos que sacar todos los ingredientes adicionales excepto la zanahoria (salvo que queráis sacarla también), y con ayuda de una espumadera los espachurramos bien para que suelten el jugo y dejen todo el sabor en el caldo.

En una sarten picamos la otra media cebolla, los dos dientes de ajo y si queremos un poco de perejil, y agregamos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra (AOVE). Ponemos a fuego suave hasta que esté bien hecho pero con cuidado de que no se queme. Una vez listo agregamos una buena cucharilla de pimentón (podemos agregar un poquito de picante si os gusta, a mi personalmente sí), le damos unas vueltas para que el pimentón se incorpore bien, y lo volcamos en la olla encima de las fabes ya cocidas.

Agregamos tanto el refrito como la sal y dejamos cocinar unos 5 minutos a fuego lento para que pueda integrarse todo. Probamos de sal y rectificamos si hace falta.

Aunque no es estrictamente necesario, conviene que reposen antes de servir porque estarán mucho más ricas.

Este plato suele servirse acompañado de arroz que herviremos en agua (sin sal). Una vez que el arroz alcance el punto que nos gusta, lo lavaremos para cortar la cocción, lo escurriremos bien y lo serviremos en el fondo de cada plato sobre el que después echaremos las fabes (yo lo he puesto por separado para que pudiéseis apreciar mejor el resultado en las fotos, pero normalmente echaremos el arroz en el plato y después el cucharón de fabes encima).

Conviene que el punto de sal de las fabes esté un poco alto ya que el arroz está soso (lo cocemos sin sal porque de todos modos la perdería en su mayoría al lavarlo).

Es un plato sencillo, muy sano y muy rico. Si estáis en plenos juegos del hambre, también es una opción válida ya que la única grasa que contiene es el aceite que usamos para el refrito, y es una alternativa más para comer ligero y sabroso al mismo tiempo.

Seguro que en vuestras casas también se cocinan las fabes pintes con arroz y se hacen de un modo distinto. Pero si os animáis a prepararlas así, espero que os guste y que compartáis el resultado, ¿de acuerdo?

¡Qué tengáis muy buena semana! :)